martes, 3 de junio de 2014

Exteriorizar ideas para cortar cadenas

Exteriorizar ideas para cortar cadenas
Por Laura Cabrera. Esta tarde el Centro Cultural de la Cooperación será escenario de la presentación del séptimo número de ELBA, publicación que desde 2009 ofrece un espacio de expresión a hombres y mujeres privados de su libertad.


El proyecto se llamó “En los bordes andando” (ELBA), nació en 2008 como talleres de pensamiento en las cárceles de Marcos Paz (unidad 26) y de Ezeiza (unidad 31). El tiempo, las voluntades y la necesidad de pensar en todo ello como una forma posible de trabajo dieron lugar a Elba, revista que por sobre todas las cosas es nexo entre el afuera y el adentro de las unidades, es la que permite a quienes están privados de la libertad encontrar un lugar en donde ser reconocidos por lo que hacen.
Hoy ese proyecto lleva seis años y sus integrantes lo festejan con la salida a la calle de la número siete, una edición de cien ejemplares que se presentará este lunes a las 18:oo horas en el Centro Cultural de la Cooperación -Av. Corrientes 1543, C.A.B.A.- con un panel de debate sobre cultura, situación de encierro y el rol de las cooperativas.
“Si bien la publicación es la cara visible de este proyecto, ELBA incluyó en su momento e incluye también ahora talleres de otras disciplinas: música, sténcil, periodismo, arte plástico”, destacó Daniela Yaccar, una de las talleristas del proyecto que actualmente elige dejar el voluntariado para comenzar a pensarse como una cooperativa de trabajo.
Más allá de los cambios que puedan surgir en este momento bisagra en el que ELBA comienza a perfilarse como una forma posible de trabajo, el objetivo sigue siendo el mismo que desde hace seis años: el hecho de repensar la cárcel y las situaciones de encierro en un contexto social violento que castiga al afuera y no piensa en el adentro. “Cuando pisé una cárcel por primera vez, no podía creer que un espacio así existiera. Me parecía imposible. Pero ahí adentro hay sujetos y no expedientes -parafraseando a la poeta Liliana Cabrera-, y a ese sistema completamente opresor, que quita a las personas su libertad ambulatoria, ELBA opone esto. Un modo de darse cuenta de que queda la libertad mental” explicó Yaccar.
Si bien la revista como cara visible del proyecto funcionó hasta el momento como espacio de expresión para muchos y como forma de vincularse con la libertad del afuera, este séptimo número plantea otro objetivo, otro momento que cerrará la primera etapa de “En los bordes andando” para dar lugar a un nuevo desafío. “Tomamos la decisión de fusionar los trabajos que veníamos haciendo a la par para darle lugar al crecimiento del proyecto y convertirnos en una cooperativa de trabajo y de este modo, salir del voluntarismo y dar comienzo a una etapa de reconocimiento interno y externo como trabajadores culturales en este campo tan particular de los contextos de encierro”, expresó Yair Biela, actual coordinador de los talleres, quien estuvo detenido durante ocho años y formó parte del primer logro de lo que hoy es ELBA, el programa “Hacer Haciendo”.
Educar para transformar
La Elba número siete trae novedades en su formato y en el proyecto por completo. Por un lado, la revista saldrá con una tirada de cien ejemplares, cada uno con una tapa distinta, realizada mediante la técnica de sténcil por los internos de la unidad 26 de Marcos Paz. Esta forma de “edición única” tiene que ver con la necesidad de mantener a esta publicación como objeto-arte, alejado de la producción técnica. Por otro lado también estará la revista estándar, que viene a salvar el nuevo objetivo: llegar a una mayor cantidad de lectores a través de las ventas por suscripciones a un precio de tapa más económico. “Creemos que existe un público para esto. Hoy es muy difícil vender una revista, y es uno de los caminos que pensamos para seguir adelante”, señaló Yaccar.
Actualmente, “En los bordes andando” funciona con talleres como el de cine, fotografía, hip hop, música, mural, pensamiento y teatro, dictados por talleristas que en su mayoría no pasaron por la experiencia carcelaria. Esto llevó a repensar esta relación interior-exterior mediante la importancia de comenzar a incorporar a la enseñanza a quienes en algún momento se beneficiaron asistiendo a los talleres como estudiantes.
La nueva meta en lo vinculado a la educación, la inclusión y la cultura como derecho, es que quienes pasaron por experiencias carcelarias y quieran formar parte de los talleres “sean reconocidos tanto legal como económicamente como trabajadores culturales”, razón que, tal como reflexionó Biela, fue suficiente para pensar en la conformación de una cooperativa.
“Considerando lo complicado que es para una persona que estuvo presa conseguir trabajo, creemos que las cooperativas son una buena salida y una excelente herramienta de inclusión social”, indicó Biela al hablar del punto 2 del artículo 64 de la Ley de Cooperativas. Según la misma, una persona que sale de la cárcel no puede ejercer cargos de dirección en una cooperativa hasta diez años después de cumplida la pena. Ante esta situación, tanto ELBA como otras cooperativas que trabajan en el campo de los contextos de encierro se encuentran armando un documento junto con la Mesa Nacional por la Igualdad, para solicitar la participación activa en la discusión por la modificación del artículo, situación que se está dando actualmente dentro del Poder Legislativo.
Con todo este camino recorrido, esta tarde Elba saldrá a la luz con el padrinazgo de Osvaldo Bayer y la presencia de Taty Almeida (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora); Silvina Prieto (escritora de Elba), Yair Biela y Luis Sanjurjo (coordinadores de En los bordes andando), algunos de los que formarán parte del panel de debate sobre aspectos sociales y su relación con los contextos de encierro.
Nota publicada en Marcha el  12 de mayo de 2014 
http://www.marcha.org.ar/index.php/cultura/145-cultura/5205-exteriorizar-ideas-para-cortar-cadenas

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