martes, 27 de agosto de 2013

Ciclotímica y sus petates en el Teatro Municipal de Lomas de Zamora.-


La banda oriunda del conurbano sur se presentó con un estilo particular, ese que refleja la identidad musical latinoamericana; y con otra más universal: el del desamor y el encantamiento que toca a todo ser humano.

Por Laura Cabrera
Fotografía: L.C.

Buenos Aires, agosto 27 (Agencia NAN-2013).- Ciclotímica suena a “cambiante”. En escena se percibe igual. Del cuarteto mixto a la dupla femenina y de ahí a la primera formación mencionada, del aire de chacarera al estilo funk, de las letras con alto contenido en desplantes amorosos al amor más profundo, de la música para escuchar y relajarse hacia la música para bailar y cantar.

Así se presentó el dúo devenido en cuarteto oriundo del conurbano bonaerense el pasado domingo, en el Teatro Municipal de Lomas de Zamora, espacio en el que el show “Ciclotímica y sus petates” ofreció un amplio repertorio que incluyó bailarines y una gran cantidad de instrumentos o “petates” sobre el escenario. 

El videoclip del tema “canción de la cosecha” proyectado en escena indicaba el comienzo: Martina Vior (voz, guitarra y ukelele), Lola Torres (percusión y voz), Juan Martín Carsillo (bajo) y Hugo San (batería, coros y percusión), estaban listos para interpretar “Calavera”, puntapié inicial de un show cargado de variantes sonoras y melódicas en poco más de quince temas.

Dividido en dos momentos, el espectáculo comenzó con una interesante propuesta en la que los cuatro integrantes de la banda fusionaron instrumentos y voces, en lo que fue la parte con más variedad sonora de la noche. La misma formación volvió para el final, que incluyó dos temas más a pedido del público.

Para la mitad del concierto, las letras sobre amores y desencuentros "con aires hispanoamericanos” (como las autodefinen) volvieron a sonar con la formación original: el dúo femenino conformado por Martina y Lola, quienes generan en escena un clima de complicidad y sincronización que hace de cada interpretación un instante irrepetible, en donde cada tema está acompañado por comentarios y diálogos que delatan la fluidez con la que todo sucede.

Con un disco circulando y el proyecto de una nueva grabación, Ciclotímica presentó un espectáculo bailable, rico en lo musical e instrumental y con historias reales en sus letras, de esas que le pueden pasar a cualquiera, cualquier día.

Estas bases son lo que hace atractivo el trabajo del grupo de músicos que propone la fusión y el recorrido sonoro por Latinoamérica, como esencia de un estilo fuerte en el que más allá de la cantidad de instrumentos, las voces siguen siendo el condimento principal y característico, ése que primero viene a la mente cuando alguien menciona a Ciclotímica.

“Mala suerte”, “Ramona”, “Malas artes”, “Calavera” y “Sometimes” fueron algunos de los temas que rozaron el culebrón en el escenario lomense, frente a un público que bailó, cantó y se fue pidiendo que vuelvan a repetir la cita.


Nota publicada en agencia NaN

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