lunes, 14 de abril de 2014

Decálogo de la militancia o la importancia de vivir en tres tiempos

Por Laura Cabrera. Bosquejando una silueta traza los principios de la lucha social según Santiago “el Negrito” Avilés, uno de los impulsores de la Agrupación Kiki Lezcano. Considerado un ejemplo por sus compañeros, sus palabras quedaron plasmadas en este “decálogo de la militancia”.

 “El se volvió un imprescindible porque nunca tuvo la mirada puesta en serlo”. Así describen en la introducción del libro a Santiago “el Negrito” Avilés, el hombre de los tres tiempos: “De pasado, porque se entendió a sí mismo continuador de otras luchas, de presente, porque supo interpretar perfectamente la etapa, y de futuro, porque así como supo afirmar muy bien uno de sus pies en el suelo contemporáneo, tenía un pie en el mañana y la mirada repartida. No mucho para adelante para no trastabillar en lo actual, no tanto en lo inmediato como para que desdibuje el horizonte”.
Bosquejando una silueta puede dividirse en dos lecturas, una surgida de la otra: por un lado (en la introducción) se trata de la silueta del marplatense Santiago Avilés, a quien sus compañeros de organización rinden homenaje, lo describen y trascriben. Aquí la segunda lectura, la del texto que el propio Avilés escribió como el “decálogo de la militancia”, una guía sobre cómo se puede transitar el camino de la lucha social, el compañerismo y la responsabilidad.
Estudiante de Ciencias Políticas y delegado de la gremial interna de una sucursal del Banco Itaú (lugar donde trabajó), Avilés llegó desde Mar del Plata a la Capital Federal con el propósito de buscar un espacio para su militancia. Así nace “Fuegos de Lugano”, proyecto político que fue más allá, fusionándose primero con la Organización de Estudiantes Secundarios (OES) y consolidándose más tarde en la Agrupación Kiki Lezcano.
Para llegar a entender el porqué de la publicación, a la primera parte ideada por sus compañeros de agrupación se le agrega una segunda, en donde es la voz del propio Avilés la que habla sobre militancia, como si ese primer texto hubiera surgido de todas aquellas ideas que dejó.
A lo largo de diez puntos con títulos que dejan ver sus gustos musicales (De Silvio Rodríguez a Patricio Rey y sus redonditos de ricota o La Renga), en la segunda parte Santiago supo expresar la importancia de una militancia ética, “en contra de mezquindades y vicios”. Partiendo de ese lugar, el texto deja en claro que nadie tiene “la silla ganada”, porque el referente es como el boxeador y debe “revalidar su título en cada pelea”.
Bosquejando una silueta parte de lo universal, del respeto y la igualdad de géneros. Busca el equilibrio entre el instruirse, leer y salir a la calle para conocer, para mostrar ahí no “la camiseta” sino “el pecho que la transpira”, identificando allí la mística de toda agrupación: en el hacer conjunto.
“Corazón para sentir la injusticia, cabeza para entender y concebir la lucha, y huevos y ovarios para salir a afrontarla”, eso debe tener cualquier mujer, cualquier hombre que en los tres tiempos quiera ponerle el cuerpo a una causa junto a otros y otras. Así entiende el autor al perfil del militante: una cuestión orgánica, con identidad conjunta.
Este texto no es una novela, no tiene personajes, no se trata de cuentos ni de una biografía personal. Bosquejando una silueta es una sugerencia, un camino posible, un análisis general para entenderse a cada uno en lo personal y aportar con los saberes individuales a aquella individualidad que habla de hacia dónde va un grupo, siempre por el mismo camino y sin olvidar las raíces, la familia y las amistades.
Publicada en 17 de marzo de 2014 en http://www.marcha.org.ar/index.php/cultura/134-libros/4893-decalogo-de-la-militancia-o-la-importancia-de-vivir-en-tres-tiempos

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