En su primer disco solista, la joven cantautora logró una mezcla justa entre las músicas anglosajonas y latinoamericanas, y dio como resultado un disco fuerte tanto desde el plano poético como vocal.
Por Laura Cabrera
Buenos Aires, febrero 11 (Agencia NAN-2013).- Cantante, autora, guitarrista, pianista y bajista. Silvina Moreno acumula años de experiencia en lo grupal y comienza a dar sus primeros pasos como solista. En ese camino surge Mañana, material que en lo musical ofrece una gran variedad de estilos y que en lo poético refleja los anhelos de una joven que, como cualquiera, se pregunta sobre el amor, los lazos y los deseos en torno a las relaciones con otros y con su ser interior.
Desde la idea del “mañana” que le da título al disco, comienzan a convivir dos ideas: una referida a lo poético y otra a lo musical. En ese sentido, desde las letras, el mañana se refleja en los deseos de la autora, quien canta para alguien que quizá todavía no haya llegado a su vida, como sucede en “Puede ser” (primer corte) y “No sé”, en donde Silvina se pregunta sobre el amor y expresa ese deseo mediante el decubrimiento de uno mismo. Así se transmite la idea de lo que vendrá y la imposibilidad de vivir el presente tal cual está, cuestión que se presenta efímera y que segundo a segundo se renueva generando ese mañana, el después, que representa el movimiento constante.
Si bien en lo musical pueden diferenciarse dos estilos, por un lado el pop-rock inglés que suena en temas como “Sweet little Dandy” o “Feeling sorry”, y por otro, el rioplatense, muy marcado en “Mil disculpas”; los dos estilos también se presentan entremezclados en un mismo tema, como sucede en “Under the bay window”, en donde la combinación de instrumentos de percusión junto con las cuerdas generan un híbrido entre el jazz y el candombe.
Otra particularidad de este trabajo es la dulzura y delicadeza en la voz de Moreno, quien puede adaptarse perfectamente a temas interpretados en español o en inglés, logrando que más allá de la calidad musical del disco, el canto sea un componente destacado, justamente por la sorpresa de escucharla con diferentes estilos, para lo que casi obligadamente también cambia su tono.
Variedad es la palabra que define a este trabajo que, sin lugar a dudas, logró la mezcla justa entre componentes anglosajones y latinoamericanos y dio como resultado un disco fuerte desde la música, el canto y la poesía. Se trata de un tranajo muy recomendable para quienes están en la búsqueda de nuevos estilos y nuevos artistas.
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