martes, 3 de abril de 2012

Discos: "El Hagabal" (El Hagabal, 2008).-


En este disco colorido (por la paleta de instrumentos que se lucen en él), la banda oriunda del Conurbano Sur combina sonidos del rock y del jazz para entregar una interesante propuesta instrumental, en la que la voz es solo un recurso más.  


Por Laura Cabrera 

Buenos Aires, abril 2 (Agencia NAN, 2012).- El Hagabal puede definirse como un disco para escuchar y mirar sin hacer otra cosa más que eso. Uno de esos discos que dan la sensación de haber sido creados para cerrar los ojos e imaginar figuras abstractas e inquietas. Es que desde su arte de tapa puede notarse un colorido en el que no hacen falta más palabras que las que ocupan los nombres de los nueve temas, que cuentan una historia en sonidos. Aunque casi no se escuchan voces, es una obra con mucho para decir y así se expresa a partir de ruidos de ambiente, efectos electrónicos y la combinación de los instrumentos.

En este material, Gonzalo Corrales Ruiz (guitarra), Ignacio Zavella (batería y percusión), Martín Minervini (sintetizador), Sebastián Dorso (piano), Sergio Quinto (bajo), Julia Selem (voz), Agustín Rivaldo y Clara Cianfagna (coros) fusionan jazz y rock generando una producción musical con bases en el pase de la posta  instrumental, y donde los sonidos típicos de un hogar o de la calle toman importancia al relacionarlos con la composición en la que por momentos se mezclan algunos coros.

Desde "El cielo se llenó de mar sin piel ni voz" (primer tema) se comienza a contar una historia en la que el sonido de un avión que despega juega de "azafata" de algún reproductor de disco, en una invitación a volar con la imaginación. A medida que avanzan los tracks, la aventura resulta más interesante y hasta genera cierta intriga por esa costumbre de no escuchar piezas instrumentales. El misterio se cierra en “Donde vuelan” (cuarto tema), ya que entre el juego instrumental se escucha por primera (y casi única) vez la delicada voz de Julia Selem.

Además de llamar la atención por la falta de protagonismo de las cuerdas vocales, El Hagabalpresenta una prolijidad sonora que se refleja sobre todo en una batería suave que no pasa desapercibida y al mismo tiempo se mimetiza con la guitarra y el bajo, nivelando la presencia instrumental.

Si bien El Hagabal puede definirse como un disco para escuchar sin más, le resulta difícil ganarse al oyente ya que, más allá de su calidad sonora y musical, se trata de una banda que prioriza lo instrumental por sobre las voces. En síntesis, se trata de música para escuchar sin prejuicios, simplemente pensando en lo que la mente dispara en ese momento.

2 comentarios:

  1. Parece muy interesante, creo que la música debería volver a esas bases, esto es, disfrutarla de sólo escucharla.
    Como escritor en una época disfrutaba mucho de Beckett de esa forma, por el simple placer de leer palabras unidas y bien sonantes.
    Un beso.
    HD

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  2. Es un muy buen disco, Humberto. Gracias por pasarte por aquí.

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