viernes, 16 de diciembre de 2011

Polentaitum: el origen negro del tango adaptado a los tiempos modernos

El sexteto que se conformó hace ocho con el objetivo de interpretar milongas cuyas letras fueran desconocidas, hoy también se le anima al tango, aunque de una forma muy particular: dentro de la formación predominan los parches, instrumentos inusuales para el ritmo del 2x4.


Por Laura Cabrera
Fotografía gentileza de Polentaitum

¿Dónde estás carnaval porteño y de Buenos Aires?
Te cerraron las calles, te impidieron cantar.
Vamos hoy carnaval, porteño y de Buenos Aires,
De los barrios las murgas comienzan a despertar.
Carnaval porteño (Polentaitum)

Buenos Aires, diciembre 14 (Agencia NAN-2011).- Era necesario que el tango y la milonga volvieran a las calles. La pregunta era el cómo, ya que en su forma clásica, los estilos parecen permanecer, casi como un homenaje a los que alguna vez hicieron de esos ritmos los más populares, esos que se bailaron en los clubes en la época en donde el carnaval se vivía en los barrios. Durante la última dictadura militar, el festival del pueblo dejó de brillar y con él la conjunción en un mismo espacio para la murga, el candombe argentino, el tango y la milonga.

Esa pregunta, y esa parte de la historia, motivaron a German Pontoriero (cantante, guitarrista, bajista y percusionista de la banda) a crear Polentaitum, junto a Diego Cueto y Alberto Corbani en percusión, Sergio Moldes en flauta traversa y saxo soprano y Vanesa Turon en el piano. Ya formados, comenzaron a investigar en el repertorio folklórico rioplatense aquellas milongas cuyas melodías rara vez dejaban lugar para que se luzca la letra. ¿Cuál fue la idea? Retomar esos temas, cantarlos e interpretarlos instrumentalmente con una base en donde los parches predominaran.

“No se trata solo de hacer temas clásicos, también tenemos temas propios porque en realidad el concepto de Polentaitum tiene que ver con recuperar las raíces negras del tango, sus células rítmicas primarias”, explica Pontoriero a Agencia NAN, para dejar en claro que todo ese caudal musical del pasado también debe ser utilizado para crear nuevos aires dentro del género, sin temer a la inclusión de instrumentos que no tengan relación con los que se utilizaron históricamente.

En escena, Polentaitum es una fiesta: una glosista deja asomar entre el público el aire de carnaval, mientras que los músicos se preparan y algunos bailarines dan los primeros pasos. Y es ése el objetivo, “que el que está abajo del escenario no sea un simple espectador de lo que sucede arriba”. Con esa consigna, los tambores empiezan a tocar, reviviendo temas de grandes compositores como Manzi, Discepolo y Castillo, incluidos en sus dos trabajos discográficos: Milongas negras y Milongas de la Ribera.

Para el cantante y fundador de agrupación, la vuelta de los feriados de carnaval representa la vuelta al punto de encuentro entre los vecinos, las familias y los amigos y además es una oportunidad más para rescatar todo ese repertorio perdido durante décadas. A pesar de ser algo positivo, entiende que la población ya lo adoptó como tradición pero que no sucede lo mismo con los músicos. “Todavía falta que más músicos se adapten a los carnavales, falta una apertura para abordar el género porque en el baile de carnaval se juntaban muchas expresiones, el tango, el rock, el jazz y las orquestas típicas. Pero creo que va a ser la misma gente la que pida al músico que responda a esta necesidad de volver a un lugar común a todos los estilos”, destacó Pontoriero, quien entiende que será cuestión de tiempo para volver a adaptarse a la tradicional fiesta del pueblo.

Parte del trabajo que realiza la banda para revivir temas clásicos tiene que ver con la importancia de utilizarlos para darles otra forma, de manera que son utilizados como fuente de inspiración. A pesar de que para las generaciones actuales hablar de un tambor para tocar tango resulta extraño, Pontoriero asegura que lo que hacen es algo que ya sucedía en los años ’20 y que con el pasar del tiempo perdió vigencia. Por ese motivo, lo retomaron y renovaron, tal como sucede casi en forma cíclica.

Esto ya pasó en otras épocas, en algún momento el tango de los años ’30 se redefinió, se agregaron instrumentos, se suprimieron otros. “La música cambia y los músicos no tienen que tenerle miedo a ese cambio”, sentencia el cantante, cuya firme creencia se basa en que lo nuevo tiene que pasar por un nuevo concepto del género y por asumir el riesgo de no quedarse en el folklore tal como está, sin agregar nuevos instrumentos, por más desencajados que parezcan cuando se los escucha por primera vez.

Si bien Pontoriero considera importante que existan orquestas clásicas de tango que reivindiquen lo tradicional, le resulta fundamental que de a poco los músicos se vayan animando a no quedarse en lo que ya está hecho y comenzar a crear sobre esas bases. “Ya lo hizo Piazzolla en los ’70 cuando utilizó un sintetizador y el resto de los pianistas se quisieron pegar un tiro. Pero esa importante evolución llevó aparejada una involución en la que se volvió al estilo de los años ’30. Hoy veo que sucede algo similar y no me agrada, de esa forma no se busca la apertura. Lo primero que hay que hacer es abrir el juego, probar, después se verá si cuadra o no cuadra, si te gusta o no”, concluye el músico.

Publicado en Agencia NAN
Sección: Artículos
http://agencianan.blogspot.com/2011/12/polentaitum-el-origen-negro-del-tango.html

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