viernes, 7 de mayo de 2010

El Tren ALMA cumplió su primer viaje del año



El hospital móvil se instaló en la localidad de Tapso, en la frontera entre Santiago del Estero y Catamarca. Una docena de profesionales voluntarios brindó asistencia médica. “Una vez que te subís al tren no te bajás más”, definió la experiencia la coordinadora del viaje a AUNO-Tercer Sector.

Por Laura Cabrera

El Tren-Hospital ALMA realizó su primer viaje anual y el número 171 desde su creación, hace 30 años. El destino fue la localidad de Tapso (límite ferroviario entre Santiago del Estero y Catamarca), en donde las especialistas atendieron no sólo dentro del tren, sino también en el monte, a 52 kilómetros de las vías. Por primera vez, el grupo de especialistas estuvo conformado solamente por mujeres.

La formación que salió de retiro el 12 de abril regresó el 20, tras quedarse más tiempo del esperado, no sólo por problemas en las vías, sino también porque se quedó más días brindando servicios.

A pesar de las dificultades que estos médicos tienen para trasladarse debido a la falta de una máquina propia, la fundación ya piensa en nuevos viajes para este año. Entre las provincias de destino se encuentran Salta, Jujuy, Chaco, Córdoba y Tucumán.

Participaron tres pediatras, tres odontólogas, una radióloga, una bioquímica, una enfermera, una trabajadora social y una asistente social (coordinadora del viaje), de diversos puntos del país. Salvo la coordinadora, todo el plantel médico estuvo compuesto por mujeres de entre 25 y 30 años que vivieron su primera experiencia en ALMA.

Como hace 30 años, cuando el médico Martín Urtasun puso en funcionamiento el tren, la organización continúa trabajando, tal como su creador solicita a los médicos voluntarios que en cada viaje pasan por esos vagones. La tarea se hace difícil porque para poder viajar, deben esperar a que alguna máquina de carga salga de la estación Retiro y enganche los vagones. Esto lleva muchas veces al retraso de cada partida.

“Una vez que te subís al tren no te bajás más”, definió ante AUNO-Tercer Sector la coordinadora de los viajes y asistente social, Raimunda Domínguez, quien vive la experiencia desde hace 10 años. Aseguró que a pesar de estar familiarizada con las situaciones que se viven en cada destino, este viaje fue particular ya que conocieron las historias de gente que vive en el monte, lugar al que nunca antes habían llegado.

Allí se atendieron, en su mayoría, casos de sarna, piojos y otras enfermedades dérmicas producto del contacto con la tierra y los animales, ya que según afirmó Domínguez “son lugares en donde no hay agua ni luz y sólo hay vinchucas, por lo tanto, si no se fumiga (los habitantes de la zona dicen que no ocurre desde hace dos años) es un gran foco de infección”.

Además de no haber recursos básicos, como el agua, estos pueblos carecen de atención médica, ya que si bien en Catamarca hay 9 postas sanitarias, no hay muchos profesionales. “Debería haber más políticas de salud, poner en agenda de políticas públicas la posibilidad de poder trabajar en redes y contratar más profesionales”, afirmó Domínguez, quien considera lógica la falta de médicos en un lugar en donde los recursos escasean, ya que trabajar se hace difícil en esas condiciones.

Además de atender casos de enfermedades crónicas que necesitaron derivaciones, urgencias en plena noche y compartir vivencias con la gente del pueblo que los espera ansiosamente año tras año, el tren llevó donaciones de zapatillas y libros sobre los derechos del niño, así como también material didáctico donado por la Delegación de Derechos Humanos de Lomas de Zamora. Además aportaron medicamentos, cepillos y pastas dentales.

Las asistentes sociales y la enfermera dieron charlas sobre sexualidad, ya que si bien el tren es pediátrico y no se especializa en atención a adultos, al grupo le resultó importante dar una charla preventiva para un pueblo que carece de ese tipo de información.

Con este viaje, el Tren-Hospital sigue sumando anécdotas, vivencias y nuevos colaboradores que se suman a la idea de “no bajarse más” de esos vagones, porque a pesar de que las realidades son crueles, de cada espacio se llevan algo: desde una carta de un chico que escribió el himno de Santiago del Estero para los médicos, hasta la asistencia del parto de la pequeña Alma (nombrada así en honor a los médicos del Tren). Cada detalle se suma a la lista para no dejar caer la obra iniciada hace 30 años.


Cómo contactarse:

011-4963-8394
www.fundacionalma.org.ar
www.trenhospitalparachicos.blogspot.com

Publicado en la sección Tercer Sector, de la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión -Auno-, el 05/05/10

http://www.auno.org.ar/leer.php/5895

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