martes, 26 de julio de 2011

Discos: Miscelánea (Ignacio Boreal, 2011).-




En su primer disco como solista, el artista recrea historias del sur inmersas entre baladas country, melodías arpegiadas y algo de rockabilly, ritmos que tallan la identidad de cada uno de los ocho temas del trabajo, que invita a viajar a rumbos diversos cualquier tarde de invierno.


Por Laura Cabrera

“¿Qué hacés acá,
tan lejos del mar?”,
me preguntó.
Buscaba un lugar
Adonde volver
Después de escapar…”
(Fragmento de “Oda”)

Buenos Aires, julio 25 (Agencia NAN, 2011).- Ignacio Boreal, músico fueguino y ex Boreal 54, presenta su ópera prima como solista. El disco, que cuenta con ocho cortes, nació de la mano de la joven Editora Cultural de Tierra del Fuego, un proyecto que apoya la obra de músicos, escritores, fotógrafos y artistas plásticos del sur argentino. Si bien ya fueron varias las producciones publicadas en cada una de estas disciplinas artísticas, Miscelánea se transformó en el primer disco de estudio editado por este ambicioso emprendimiento cultural.

Miscelánea: compuesto de cosas distintas o géneros diferentes. En la creación de Ignacio Cano (conocido como Ignacio Boreal) la palabra da identidad a una obra cuyo primer atractivo se encuentra en el arte de tapa: un mapa, un reloj, árboles, un hombre con cabeza de pingüino, el mar, aire sureño. Adentro, el disco con forma de brújula anticipa que el contenido recorrerá diversos rumbos de principio a fin. Y así se presenta, como una colección de materiales diversos y heterogéneos.

Ignacio Boreal abre el juego con “200 pingüinos”, un tema cuya poesía denuncia y critica los males que el hombre genera en el medio ambiente y a sí mismo; grita por las enfermedades que la sociedad se genera a través de la contaminación y asegura sentirse “un pingüino en el mar”, cubierto de petróleo, en peligro constante. He aquí el costado más observador del hombre. Pero Miscelánea también relata historias de amor, recuerdos de la vida, historias del sur que entre cálidas melodías no dejan de lado el origen del autor que se presenta casi como diario de vida, como el costado más sensible y mejor guardado.

A lo largo de ocho temas, Ignacio Boreal canta sobre la fuerza interior, como sucede en “Al que busca”, se pregunta en “Oda” adónde ir una vez alejado del sur, sortea los caminos del amor –o el desamor, según como se mire- en “Los días sin ti” y abre la puerta a las sensaciones a través de la calidez o el frío de melodías que van entre lo enérgico de las guitarras enchufadas, la batería, el bajo y el piano; y el frío de los arpegios acústicos de guitarras tristes.

Así como comienza en forma enérgica e invitando al cambio de actitud de los hombres con el medio ambiente, en “Invierno” (último tema del disco), Boreal llama a la reflexión e invita al pretencioso ejercicio de que cada uno se conecte con lo natural y con su interior. “Árbol bandera dime quien sopla/ quien sino el viento sabe de vos”, predica.

En estas pequeñas cosas, las que llaman a la exploración interna de cada hombre, es donde se observa el complemento de las actividades del artista que además de músico es psicólogo, cuestión que se refleja claramente en las letras plagadas de metáforas, descripciones y sentimientos traducidos en palabras. El primer disco, relajado e ideal para escuchar una tarde de invierno, encuentra a un músico solista acompañado por ocho artistas invitados que con arreglos de guitarras, pianos, bajos y baterías, tallan la identidad de cada tema.

Publicado en Agencia NAN: http://agencianan.blogspot.com/2011/07/discos-miscelanea-ignacio-boreal-2011.html

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