Desde 2002, un grupo de ex reclusas organiza una serie de talleres para favorecer la reinserción social. La iniciativa ahora está abierta a la comunidad.
Por Laura Cabrera
AUNO, 19 de octubre de 2010.-La reinserción social de ex reclusos parece ser una cuenta pendiente de un sistema carcelario que muestra muchas deficiencias. Y como suele ocurrir donde otros actores no alcanzan a cumplir con su rol, hay organizaciones de la sociedad civil que señalan un camino posible.
Desde 2002 funciona “Yo no Fui”. Nació por iniciativa de ex presidiarias que buscaron un espacio para reinsertarse social y laboralmente a partir de talleres (de serigrafía, fotografía y poesía, por ejemplo), que son finalmente una opción para la comunidad en general.
Hablar de la frase “yo no fui” es pensar en la negación. Y en este caso, la frase es el disparador para transformar lo que no es, en un “dejar ser”. Así comenzó el proyecto de algunas mujeres que vieron que al salir de la cárcel las posibilidades de trabajo eran pocas. Iniciada en la Unidad 31 de Ezeiza como un taller de poesía, la idea se extendió más allá de las rejas y hoy cuenta con una sede en Palermo, espacio en el que 25 personas llevan adelante diversos talleres no sólo para las mujeres que buscan comenzar una nueva vida en el afuera, sino también para los vecinos que se quieran sumar.
Los talleres tienen varias etapas. En un principio trabajan con las mujeres que se encuentran privadas de su libertad. “La idea es que durante el tiempo que están adentro aprendan el oficio y logren las condiciones necesarias para poder realizar las mismas tareas afuera”, explicó a AUNO-Tercer Sector la directora de la organización, María Medrano. Este primer acercamiento con el arte y los oficios es el incentivo, la llave que abre las puertas a las posibilidades que llegan junto con la primera caminata por la ciudad.
Y así continúa. Muchas mujeres deciden seguir en el proyecto en el que algunas trabajan desde la producción de textiles, artesanías, los talleres de fotografía, música y poesía; y otras forman parte del proceso de venta en los festivales y algunos comercios de Palermo.
Además de ser un espacio que económicamente representa un importante aporte, la idea del apoyo moral y psicológico también se ve reflejada en este espacio de contención. Una de las formas de llevar adelante esta tarea es invitando a toda la población a participar, para que trabajen y dialoguen con las mujeres, cuestión que en muchos casos libera a los que están adentro de esa suerte de cárcel de los prejuicios.
Pastillas, arte y conciencia
La banda de rock Las Pastillas del Abuelo presentó su nuevo disco “Versiones”, una edición limitada con temas reversionados que contó con un total de cinco mil ejemplares. Lo particular de este disco es el arte de tapa y su interior, ya que para confeccionarlo, a través de un contacto con el Centro Cultural Rojas, la banda eligió a la organización de la sociedad civil “Yo No Fui” para llevar adelante las tareas de confección.
“Fue una linda experiencia porque participaron todos los talleres”, resaltó Medrano, quien detalló que las tareas no incluyeron solamente el trabajo de encuadernación y serigrafía, sino también un espacio para las poetisas, quienes en cada página en la que figuraba un tema, tuvieron la posibilidad de hacer un comentario con aquello a lo que asociaban el título. El rédito fue enorme: las mujeres realizaron el trabajo más numeroso en su actividad y además todo quedó registrado en el videoclip del tema “Tantas escaleras”, donde se las ve trabajando en el proyecto.
“Versiones” se presentó en el estadio cubierto Malvinas Argentinas, espacio en el que también estuvieron las autoras del arte de disco, compartiendo escenario e intercambiando visiones acerca del arte. Además, en el video clip del tema “Tantas Escaleras”, se puede ver el trayecto de confección de las cajas.
Cómo contactarse:
www.yonofui.org.ar
María Medrano: 1561723202
Claudia Prado: 1561828931
http://www.auno.org.ar/leer.php/6312
AUNO, 19 de octubre de 2010.-La reinserción social de ex reclusos parece ser una cuenta pendiente de un sistema carcelario que muestra muchas deficiencias. Y como suele ocurrir donde otros actores no alcanzan a cumplir con su rol, hay organizaciones de la sociedad civil que señalan un camino posible.
Desde 2002 funciona “Yo no Fui”. Nació por iniciativa de ex presidiarias que buscaron un espacio para reinsertarse social y laboralmente a partir de talleres (de serigrafía, fotografía y poesía, por ejemplo), que son finalmente una opción para la comunidad en general.
Hablar de la frase “yo no fui” es pensar en la negación. Y en este caso, la frase es el disparador para transformar lo que no es, en un “dejar ser”. Así comenzó el proyecto de algunas mujeres que vieron que al salir de la cárcel las posibilidades de trabajo eran pocas. Iniciada en la Unidad 31 de Ezeiza como un taller de poesía, la idea se extendió más allá de las rejas y hoy cuenta con una sede en Palermo, espacio en el que 25 personas llevan adelante diversos talleres no sólo para las mujeres que buscan comenzar una nueva vida en el afuera, sino también para los vecinos que se quieran sumar.
Los talleres tienen varias etapas. En un principio trabajan con las mujeres que se encuentran privadas de su libertad. “La idea es que durante el tiempo que están adentro aprendan el oficio y logren las condiciones necesarias para poder realizar las mismas tareas afuera”, explicó a AUNO-Tercer Sector la directora de la organización, María Medrano. Este primer acercamiento con el arte y los oficios es el incentivo, la llave que abre las puertas a las posibilidades que llegan junto con la primera caminata por la ciudad.
Y así continúa. Muchas mujeres deciden seguir en el proyecto en el que algunas trabajan desde la producción de textiles, artesanías, los talleres de fotografía, música y poesía; y otras forman parte del proceso de venta en los festivales y algunos comercios de Palermo.
Además de ser un espacio que económicamente representa un importante aporte, la idea del apoyo moral y psicológico también se ve reflejada en este espacio de contención. Una de las formas de llevar adelante esta tarea es invitando a toda la población a participar, para que trabajen y dialoguen con las mujeres, cuestión que en muchos casos libera a los que están adentro de esa suerte de cárcel de los prejuicios.
Desde 2002 funciona “Yo no Fui”. Nació por iniciativa de ex presidiarias que buscaron un espacio para reinsertarse social y laboralmente a partir de talleres (de serigrafía, fotografía y poesía, por ejemplo), que son finalmente una opción para la comunidad en general.
Hablar de la frase “yo no fui” es pensar en la negación. Y en este caso, la frase es el disparador para transformar lo que no es, en un “dejar ser”. Así comenzó el proyecto de algunas mujeres que vieron que al salir de la cárcel las posibilidades de trabajo eran pocas. Iniciada en la Unidad 31 de Ezeiza como un taller de poesía, la idea se extendió más allá de las rejas y hoy cuenta con una sede en Palermo, espacio en el que 25 personas llevan adelante diversos talleres no sólo para las mujeres que buscan comenzar una nueva vida en el afuera, sino también para los vecinos que se quieran sumar.
Los talleres tienen varias etapas. En un principio trabajan con las mujeres que se encuentran privadas de su libertad. “La idea es que durante el tiempo que están adentro aprendan el oficio y logren las condiciones necesarias para poder realizar las mismas tareas afuera”, explicó a AUNO-Tercer Sector la directora de la organización, María Medrano. Este primer acercamiento con el arte y los oficios es el incentivo, la llave que abre las puertas a las posibilidades que llegan junto con la primera caminata por la ciudad.
Y así continúa. Muchas mujeres deciden seguir en el proyecto en el que algunas trabajan desde la producción de textiles, artesanías, los talleres de fotografía, música y poesía; y otras forman parte del proceso de venta en los festivales y algunos comercios de Palermo.
Además de ser un espacio que económicamente representa un importante aporte, la idea del apoyo moral y psicológico también se ve reflejada en este espacio de contención. Una de las formas de llevar adelante esta tarea es invitando a toda la población a participar, para que trabajen y dialoguen con las mujeres, cuestión que en muchos casos libera a los que están adentro de esa suerte de cárcel de los prejuicios.
Pastillas, arte y conciencia
La banda de rock Las Pastillas del Abuelo presentó su nuevo disco “Versiones”, una edición limitada con temas reversionados que contó con un total de cinco mil ejemplares. Lo particular de este disco es el arte de tapa y su interior, ya que para confeccionarlo, a través de un contacto con el Centro Cultural Rojas, la banda eligió a la organización de la sociedad civil “Yo No Fui” para llevar adelante las tareas de confección.
“Fue una linda experiencia porque participaron todos los talleres”, resaltó Medrano, quien detalló que las tareas no incluyeron solamente el trabajo de encuadernación y serigrafía, sino también un espacio para las poetisas, quienes en cada página en la que figuraba un tema, tuvieron la posibilidad de hacer un comentario con aquello a lo que asociaban el título. El rédito fue enorme: las mujeres realizaron el trabajo más numeroso en su actividad y además todo quedó registrado en el videoclip del tema “Tantas escaleras”, donde se las ve trabajando en el proyecto.
“Versiones” se presentó en el estadio cubierto Malvinas Argentinas, espacio en el que también estuvieron las autoras del arte de disco, compartiendo escenario e intercambiando visiones acerca del arte. Además, en el video clip del tema “Tantas Escaleras”, se puede ver el trayecto de confección de las cajas.
“Fue una linda experiencia porque participaron todos los talleres”, resaltó Medrano, quien detalló que las tareas no incluyeron solamente el trabajo de encuadernación y serigrafía, sino también un espacio para las poetisas, quienes en cada página en la que figuraba un tema, tuvieron la posibilidad de hacer un comentario con aquello a lo que asociaban el título. El rédito fue enorme: las mujeres realizaron el trabajo más numeroso en su actividad y además todo quedó registrado en el videoclip del tema “Tantas escaleras”, donde se las ve trabajando en el proyecto.
“Versiones” se presentó en el estadio cubierto Malvinas Argentinas, espacio en el que también estuvieron las autoras del arte de disco, compartiendo escenario e intercambiando visiones acerca del arte. Además, en el video clip del tema “Tantas Escaleras”, se puede ver el trayecto de confección de las cajas.
Cómo contactarse:
www.yonofui.org.ar
María Medrano: 1561723202
Claudia Prado: 1561828931
http://www.auno.org.ar/leer.php/6312
No hay comentarios:
Publicar un comentario